Un edificio para habitar, aprender, crear y crecer en comunidad universitaria

La Facultad de Artes de la Universidad de la República (Udelar) inauguró el pasado miércoles 3 de diciembre de 2025 la remodelación y ampliación de su sede central, ubicada en la Avenida 18 de Julio. Esta obra representa un hito fundamental al consolidar en un solo edificio la convergencia de las artes universitarias, integrando por primera vez a sus tres institutos: el de Artes Escénicas, el de Bellas Artes y el de Música.

Del corte de cinta inaugural participaron el rector Héctor Cancela, el decano Fernando Miranda, la directora Nacional de Cultura María Eugenia Vidal, así como los exrectores Rodrigo Arocena y Rodrigo Arim y los arquitectos Sergio Dantaz, Alejandro Baptista, Horacio Flora y Helena Heinzen.

En la ceremonia también se develó una placa conmemorativa que sella la puesta en valor del edificio de la Facultad de Artes en la que participaron el Director General de Arquitectura (DGA) Horacio Flora y la coordinadora del Área de Ejecución de proyectos del Plan de Obras de Mediano y Largo Plazo (POMLP), Helena Heinzen.

El bloque de la oratoria estuvo marcado por el reconocimiento a la tarea de las unidades centrales de la Udelar y equipos de trabajo que han participado de la obra en esta quinta etapa: el proyecto arquitectónico fue realizado por la DGA, la gestión y licitaciones por el POMLP, y el desarrollo de la obra por la empresa Ciemsa.

En este sentido, la comunidad de la Facultad de Artes integrada por estudiantes, docentes y personal TAS fue reconocida por todos los oradores; ya que durante los tres años del desarrollo de la quinta etapa de obra, tanto las actividades académicas como las administrativas, técnicas y de servicios adaptaron sus tareas para continuar las clases y funciones.

La arquitecta Helena Heinzen expresó su alegría por la inauguración de 15.533 metros cuadrados de un edificio dedicado a la enseñanza, investigación y extensión de las artes. Destacó que esto pone en valor algo que a menudo queda relegado y habla de la voluntad de la universidad de priorizar lo que importa para una sociedad más sana. Subrayó también que la obra fue «introspectiva» porque no era visible desde el exterior y explicó que implicó refundar el edificio, reforzar cimientos y construir hacia arriba.

Por su parte, el arquitecto Horacio Flora Flora explicó que la quinta etapa de obra fue el mayor desafío por dos razones. Por un lado la escala: tenía como meta generar 5000 metros cuadrados, compuestos por 3000 metros cuadrados de ampliación y 2000 metros cuadrados de refuncionalización interna. Por otro lado, la gestión: implicó no solo gestionar licitaciones y obras, sino también pensar cómo desarrollar una obra en un edificio en funcionamiento, intentando no parar sus actividades. Esto conllevó una serie de mudanzas y desalojos, lo que puso en situaciones límite a la comunidad de la facultad. De esta forma, el director General de Arquitectura puso énfasis en el proceso colectivo, con la participación de todos, generando múltiples coordinaciones y gestiones.

El arquitecto también indicó que el proyecto buscó generar diálogos entre lo patrimonial y lo contemporáneo, proponiendo espacios acordes a los edificios universitarios con una imagen simbólica que represente los valores de la institución. Concluyó diciendo que la arquitectura construye los ámbitos donde aprender, crear, compartir e investigar, y que la construcción de espacios de calidad y valor simbólico busca dar soporte a los lugares donde habitar y crecer en comunidad, siendo «lo más importante la vida que se desarrollará en ellos».

Josefina Hernández, en representación del orden estudiantil, destacó que esta inauguración marca un nuevo hito en el proceso de creación de la Facultad de Artes, desde las proyecciones de una facultad en la década de 1990 hasta su concreción en 2021 con la unificación de la entonces Escuela Universitaria de Música y el Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, y la posterior creación del Instituto de Artes Escénicas en 2023. Como estudiante, Hernández señaló que aún queda mucho por construir y que, sin un presupuesto digno, la materialización de la Facultad de Artes y del arte que se desea se ve truncada.

Finalmente, celebró la nueva casa de estudios, que requiere la participación de cada persona para seguir construyendo una Facultad de Artes comprometida con la realidad, un espacio de encuentro entre prácticas artísticas, donde se proyectan experiencias, se intercambian saberes y se generan diálogos entre los tres institutos. Recordó las palabras de la estudiante Josefa Sanes sobre transformar dos instituciones en algo nuevo sin dejar atrás sus historias, construyendo un recorrido común entre los saberes artísticos sin compartimentos. En ese sentido, convocó a cada estudiante a construir activamente desde la Asociación de Estudiantes Universitari_s de Artes (AEUA), para garantizar una facultad accesible, libre de violencia, acoso y discriminación, defendiendo los intereses estudiantiles.

Fernando Miranda, decano de la Facultad de Artes, agradeció la presencia de las autoridades presentes y expresó su deseo de que los hijos de los trabajadores que construyeron el edificio puedan acceder a esta universidad cada vez más inclusiva.

El decano afirmó que la Facultad de Artes no es solo de la Universidad de la República, sino del país, siendo una referencia académica para formaciones de grado en varios departamentos (Paysandú, Rivera, Salto, Maldonado, Rocha) y desarrollando proyectos con intendencias donde no hay sedes universitarias (Durazno, Treinta y Tres, Canelones).

Por otra parte, el profesor Miranda reflexionó sobre la responsabilidad que tienen sobre el edificio, su papel como Facultad de Artes y como universitarios dedicados al desarrollo de las artes y la cultura. Describió el edificio como un «balcón hacia 18 de Julio» que habitan más de 3000 estudiantes, 250 docentes y 65 trabajadores, con la visibilidad y responsabilidad que ello implica. Este balcón ofrece posibilidades de usar la sala polivalente, la biblioteca, las salas de exposiciones y el auditorio para la divulgación cultural y artística con la sociedad.

El rector, profesor Héctor Cancela, cerró la instancia de oratoria y expresó su enorme emoción al ver la plaza elevada colmada y calificó el momento como histórico, dada la concreción de una expectativa largamente esperada. El rector enfatizó que es un logro del cogobierno universitario, defendiendo su importancia y señalando que sin él, la creación de la Facultad de Artes y la obtención de los recursos necesarios no se habrían imaginado. Mencionó que las inversiones importantes provienen de «peleas presupuestales del pasado» y que el cogobierno decidió volcar recursos de forma sostenida, manteniendo un rumbo elegido democrática y colectivamente a lo largo del tiempo, a pesar de los cambios de rectores. Subrayó que la obra se realizó con eficiencia, cuidando el dinero de la universidad, buscando calidad y sostenibilidad.

Cancela afirmó que la creación artística y cultural es una parte esencial del país, ya que «no hay un país que tenga identidad si no tiene arte, si no tiene cultura». Finalmente, describió la facultad como una «casa abierta» que no solo recibe, sino que también sale a los barrios, a la extensión, a los espacios integrales y al interior del país, mostrando un fuerte compromiso con la gente y, particularmente, con los más desfavorecidos.

Registro fotográfico: Área Foto, Cine y Video de la Facultad de Artes.

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