Caminar y pensar

Fotografía de Francesco Careri durante la conferencia que brindó en el salón de actos de FADU. Se lo ve de pie pasando diapositivas al costado de la mesa de la sala y ante una pantalla gigante donde se ve la imagen de una vereda y calle de una ciudad, peatones y persona andando en bicicleta.

El docente, arquitecto y artista Francesco Careri visitó Montevideo a principio del mes de noviembre de 2023 y a pesar de su breve pasaje desarrolló una intensa agenda de actividades donde a través de la deriva y el andar se activaron reflexiones y prácticas estéticas.

Aristóteles solía caminar con sus discípulos por los jardines del templo de Apolo Lyceus. Careri, como buen peripatético, desarrolla sus clases en base al caminar y pensar. El darle vueltas a una idea literal y figuradamente hace a su práctica docente peregrina y a sus propuestas de examen como kilómetros a evaluar.

Su andar por Montevideo no fue la excepción, del 9 al 11 de noviembre caminó, se detuvo, se hospedó y sobre todo fue una provocación intelectual. Para el decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) Marcelo Danza “el discurso de Francesco es de incomodidad en el mejor sentido de la palabra”, dijo el jueves 9 de noviembre en la conferencia abierta titulada “Caminar, detenerse, hospedarse” que realizó en FADU.

Al día siguiente mantuvo un encuentro con estudiantes de la Maestría en Arte y Cultura Visual de Facultad de Artes y el sábado 11 de noviembre “no paró la pata”, comenzó con una acción performática en Diagonal Fabini de Ciudad Vieja, luego realizó la presentación de su nuevo libro “Hospedar/se” en la Asociación de boxeadores del Uruguay y culminó con una deriva montevideana junto a una troupe de estudiantes, docentes e investigadores.

En la conferencia que dio inicio a su estadía por la capital hizo un repaso de este deambular que lleva como bandera estética y política. Pasó por su libro Walkscapes. El andar como práctica estética, por sus influencias bibliográficas para reflexionar acerca de las ciudades. De Jackes Derrida tomó la hospitalidad no condicionada, agregó a Michel Agier para explicar que la hospitalidad necesita de un espacio físico, Philoxemos y la Biblia para demostrar que el ka (el signo ancestral de las manos en alto de vengo en son de paz) se relaciona con este concepto de hospitalidad y de “inventarse una manera de relacionarse con el otro”.

Para Careri la hospitalidad es la única manera de conocer el mundo y es una relación recíproca donde la acogida no puede significar que el otro me pueda dar algo. En este sentido, las experiencias errantes, el nomadismo, también el sedentarismo y el movimiento okupa convergen como forma de ver la diversidad de posibilidades y de habitar este mundo, donde los diferentes puedan tener su lugar. “Hay muchas personas que no tienen espacio y espacios que no tienen personas ¿por qué no los podemos juntar? No todos quieren ser sedentarios, ¿por qué no incluir también la posibilidad de ser itinerante?”, se preguntó.

Para el italiano el caminar y el traspasar las fronteras es apropiarse del derecho al espacio. Por tanto, es concebida como una acción política.

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